martes, 18 de marzo de 2008

Torrijas


Bueno, como parece que las recetas son los que más triunfa pues vamos con una muy rica, fácil y sobre todo acorde a esta época de semana santa. El otro día me puse a hacer unas torrijas en el piso y parece que no salieron demasiado mal, así que, para todos los que queráis hacer, ahí va cómo:

Ingredientes:
1 Barra de Pan
2 Huevos
1 Litro de leche
Canela en rama y en polvo
Azucar
Aceite

Realización:
1) Dejamos que la barra de pan se ponga dura dejándola un día encima de la encimera, no dejarla metido en bolsa pues a veces se reblandece y eso no nos vale.
2) Cortamos la barra de pan con un poco de ángulo para conseguir un mayor tamaño de torrijas. Eso al gusto del cocinero. La anchura aproximadamente la de un pulgar o un poco más.
3) Calentamos la leche con unas cucharadas de azucar hasta que sepa dulce y una ramita de canela. También se le pueden echar unas cáscaras de limón e incluso un chupito de ron o whisky, eso a vuestra elección.
4) Cuando la leche esté caliente, no hirviendo, vamos añadiendo los trozos de pan cortados durante unos segundos para que absorvan leche, pero no demasiado tiempo pues si se reblandecen mucho seguro que se nos rompen. Vamos dejando cada uno sobre una bandeja.
5) Cuando ya tenemos todas en la bandeja las dejamos ahí durante una hora para que chupen bien la leche. Si las queremos más jugosas podemos mojarlas dos o tres veces con la leche que nos haya sobrado.
6) Batimos dos huevos (con dos debería ser suficiente) y calentamos una sarten grande con al menos medio dedo de aceite (a poder ser de oliva) pero a fuego lento porque si no quizá se nos queme el rebozado.
7) Empapamos cada una de los trozos empapados en el huevo, con cuidado de que no se rompan, y los freimos también con cuidado, dándoles un par de vueltas para que queden las torrijas bien doraditas.
8) Preparamos una fuente con papel de cocina para depositar las torrijas fritas y que el papel chupe el aceite sobrante. Aún calientes las rebozamos un poco en un preparado de azucar con canela (si no las queréis muy dulces no es necesario hacerlo)
9) Las dejamos enfriar aunque seguro que alguna cae caliente.

Bueno, pues así podremos disfrutar de unas exquisitas torrijas para desayunar, como postre o para cuando venimos de fiesta con hambre. Es un proceso engorroso pero bastante sencillo.

Hay variantes, como la de hacerlo con vino en vez de leche. Vosotros mismos. Bon appétit.

0 comentarios: